Para la ilustradora Ana Juan, «no hay nada más difícil que contar con un trazo»
Juan presentará este jueves y viernes en la Feria del Libro de Buenos Aires la «Trilogía del Mar del Norte» compuesta por los títulos «Promesas», «La isla» y «Hermanas», una serie de cuentos donde los fantasmas habitan la trama con la vieja fórmula de los cuentos para chicos.

La ilustradora Ana Juan presentará este jueves y viernes en la Feria del Libro de Buenos Aires la «Trilogía del Mar del Norte» compuesta por los títulos «Promesas», «La isla» y «Hermanas», una serie de cuentos donde los fantasmas habitan la trama con la vieja fórmula de los cuentos para chicos.
Junto a su pareja, el escritor alemán Matz Mainka, Ana ideó esta trilogía «destinada a un público adulto con la idea de recuperar lo que es el cuento tradicional, los libros poseen una estructura de cuento infantil con el fin de contar historias que puedan interesar a otro público», comenta a Télam esta ilustradora valenciana nacida en 1961.
«Promesas» es la historia de un amor entre una pareja que debe separarse y amarse a la distancia con la muerte rondando sus vidas. «La isla» cuenta la relación amorosa entre el responsable de mantener el faro iluminado y una amante que le hace perder la razón; y finalmente en «Hermanas», la dupla Mainka-Juan relatan la relación entre dos gemelas unidas por sus cabellos, que se convierten en enemigas.
Juan, Premio Nacional de Ilustración en España en 2010, recuerda que este trabajo se originó por un pedido de una editorial japonesa que les propuso participar en una nueva revista que iba a trabajar con artistas extranjeros para probar «nuevas formas de narración». Para ello les pidieron tres capítulos cerrados, con historias independientes pero con una misma trama argumental.
«Así fue como nacieron estas historias con un eje del romanticismo alemán donde se plasma la emoción frente a la razón. La idea era ‘recuperar’ leyendas olvidadas que en realidad nunca existieron. Están ambientadas en escenarios europeos, después de la Segunda Guerra Mundial. Una Europa llena de fantasmas porque, después de todo, los fantasmas no entienden de razones».
Juan asegura conocer mucho sobre el trabajo de sus colegas argentinos como «Quino con su mítica Mafalda, Liniers, Santiago Carusso y Luis Scafatie, entre otros. Hay toda una escuela de dibujo argentino que es muy expresivo, muy gráfico y directo. Siempre tienen cosas que contar. Me llamó mucho la atención que es bastante reivindicativo sobre todo en los años 70 y 80».
– Télam: ¿Cómo comenzó tu relación con la ilustración?
– Ana Juan: Dibujé toda la vida. Tuve la suerte de tener una madre muy inteligente que me incentivó cuando yo tenía 12 años y me envió a una academia para preparar lo que es el ingreso al Bellas Artes. Siempre me decía: «Una mujer tiene que tener un oficio y este va a ser el tuyo porque tienes cierta habilidad».
– T: ¿Qué tienen de tu personalidad tus trabajos?
– A.J.: Siempre hay algo inevitablemente tuyo que se refleja en tu trabajo porque creo que uno es la persona que mejor se conoce; y si realmente decis: «quiero ser yo y no otros», nada mejor que dibujarlo.
Juan fue la responsable de ilustrar la portada del semanario The New Yorker -medio en el trabaja desde 1995- cuando sucedió el atentado del semanario francés Charlie Hebdo (7 de enero de 2015). En esa ocasión, expresó su dolor y bronca dibujando una torre Eiffel elevada sobre una explosión roja como base y la punta de la torre la transformó en lápiz, en clara referencia al periodismo. “Hubiese preferido que nunca suceda”, sostiene al recordar aquella portada.
Juan fue testigo hace poco tiempo de cómo sus ilustraciones podían llegar a todo tipo de público al exponer sus obras en 3D junto al grupo Experimental de la Universitat Politécnica de Valencia.
«Se suponía que a través de las nuevas tecnologías se iba a dar una nueva lectura a mi trabajo», afirma Juan. Esa experiencia se basó en los trabajos «Otra vuelta de tuerca» de Henry James y otra de Oscar Wilde con el que se aplicó el proceso de realidad aumentada.
«Tuve mucho miedo porque ya que mis trabajos son difíciles de animar, porque no tienen espacios definidos, pero con un juego de luces y sombras se llegó a ambientar a los personajes y el resultado fue hermoso. Los curiosos que fueron a jugar conocieron mis trabajos y los que me conocían descubrieron bocetos, trabajos intervenidos y terminaron con la tablet en la mano para ver la animación de los personajes», describe la autora de libros infantiles como «Frida» y «The Night Eater».
«Nunca quise ser otra cosa que dibujante, como medio de expresión y no como un trabajo preparatorio para obras más grandes. Para mí es igual de grande un pequeño dibujo de línea a lápiz, si cuenta lo que tiene que contar, que un gran cuadro que quizás no te provoca nada. No hay nada más difícil que contar con un trazo. Esa economía de medios es la línea directa que va de la mano al corazón y es donde más comoda me siento», reflexiona la artista.
La creadora de álbumes ilustrados como «Snowhite» o «Demeter» se presentará hoy y mañana en la Feria del Libro, de 17 a 20, en en el stand 1606 de la editorial Edelvives.
Y el sábado de 10 a 11.30 presentará «Ana Juan: la casa donde habito» en el Malba, de avenida Figueroa Alcorta 3415 de la ciudad de Buenos Aires.
Para leer el cable de la nota acceder a: http://cablera.telam.com.ar/cable/502373/ana-juan-ilustradora-espaniola-no-hay-nada-mas-dificil-que-contar-con-un-trazo
Fuente: Télam