Jorge Consiglio: «Trato de componer párrafo a párrafo y oración en oración»

En el marco de la quinta edición de la Feria del Libro llevada a cabo en el corazón de la ciudad de Villa Mercedes, Caminos de Tinta se hizo presente en la jornada del día viernes donde fuimos a la expectativa por conocer a un prestigioso autor/escritor, coincidimos con su humanidad en el recinto del bar de poesía: lugar donde lo ficticio se une con lo real, lo espiritual va de la mano con lo corporal y todas las historias pasadas o por llegar, nacen y viven en todos los momentos, en cada instante, en este lugar.

Jorge Consiglio, escritor que llama la atención por su destreza narrativa y por la construcción de personajes sólidos e inolvidables.

Nació en Buenos Aires, en los 60, es licenciado en Letras, egresado de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Escribió ensayos, cuentos y poesías: los volúmenes de relatos «Marrakech» (1999) y «El otro lado» (2009, segundo premio municipal de cuento), y cuatro libros de poesía: «Indicio de lo otro» (1986), «Las frutas y los días» (1992), «La velocidad de la Tierra» (2004) e «Intemperie» (2006).

Ha publicado 4 novelas: En el 2003 obtuvo el premio nuevos narradores de Ed. Opera Prima de España, con su obra titulada “El bien”.

”Gramática de la sombra” es otra obra premiada en su palmares, donde Jorge, con prosa cuidada y precisa, construye una novela admirable que trata de la muerte, del ejercicio de la memoria y de la estatura metafísica que se requiere para ordenar el mundo con los escombros de la ausencia. “Con esta obra, gané el tercer puesto municipal de novela, en 2007”, refirió Jorge.

Por otra parte, “Pequeñas intenciones” le valió en 2011 un segundo puesto a nivel nacional y el primero a nivel municipal. En esta novela  está presente la posibilidad de interpretar las acciones cotidianas de los personajes de Consiglio como gloriosas. En el sentido de que cualquier acto consciente frente al nihilismo y la inevitabilidad de la muerte es un acto heroico.

—Jorge, cuéntenos acerca de su pasión por las letras, ¿cuál es su preferencia o gusto al momento de escribir?

—Bueno, yo escribo narrativa, cuentos, novelas y poesía, me considero un escritor más clásico, alterno, a veces estoy escribiendo cuentos, a veces estoy más enganchado con las novelas, con la poesía actualmente mucho no estoy trabajando… pero sí, hay como ciertos indicios que me están llevando de nuevo a escribir poesía, más que indicios, como pequeños hechos, breves lecturas, episodios que me conectan y me llevan a escribir algún poema…

—Considerando sus orígenes con la poesía, ¿qué lugar ocupa lo poético en su narrativa?

—Como dije en algún otro reportaje, lo que trato de escribir tiene en cuenta el sentido del texto a través del sonido también. La sintaxis no es un mero recurso estético o técnico, sino que también genera sentido… Trato de componer párrafo a párrafo y oración en oración, laburando ese zigzag donde cada párrafo sea una especie de movimiento, de una sonata, donde hay un sonido interno que tiene que ver con esta cuestión de oración en oración, cómo se relaciona por contigüidad esa oración con la siguiente, una cuestión de sonido y de silencio. También cómo ese párrafo se relaciona con el siguiente y eso va generando un sentido, que es un sentido que tiene que ver con lo poético, con lo lírico, con la imagen, eso sí es potencia lírica.

—Si hablamos de sueños, vinculados a la literatura, ¿cuál sería su anhelo para con las personas que se relacionan con esto o incluso con aquellas que aún no han establecido un contacto con el mundo de las letras y la escritura?

—No me interesa que haya más lectores o menos lectores. Pero sí, los lectores en general, tienen una forma de ser feliz muy distinta, escribir y leer te blinda, te hace bien, te hace más feliz. Mi anhelo sería, más allá de que te haga feliz, que nos convierta en mejores personas. Entonces sí hay mucha gente que lee y escribe, el anhelo sería el del poder transformador de la literatura, y que se llene de gente linda, con una mirada que sea un poco menos de inventario, con una mirada fuera de lo material y se llene de mejores personas.

 

La última novela de Consiglio publicada arranca así:

“Desde que pasó lo que me pasó tuve problemas con cualquier distancia. Ahora que estamos en una habitación chiquitita, de mala muerte, es un esfuerzo para mí ir hasta las ventanas y cerrar los postigos. Tengo un andar de tres metros, y sin embargo me cuesta. Doy un paso firme con la pierna derecha y en seguida arrastro la rigidez de la izquierda”.

Las obras de Consiglio tienen su propia voz. Son mundos propios. Lo que nos muestra en esta novela, si nos dejamos llevar sin prejuicios, es que el mundo más pequeño es una especie de milagro. Y el placer más pequeño —ducharse con una manguera en el patio mirando las estrellas— también lo es.

“Hospital Posadas”. Una novela política, una de las más profundas de la literatura argentina. Valiéndose de una prosa impecable, transparente y efectiva, Jorge Consiglio pone al descubierto que los años más oscuros reviven en gestos y en palabras casi como en una psicopatología de la vida cotidiana.

“Entraron al hospital –escribe Consiglio– con una multitud de soldados. Usaron tanquetas, helicópteros y unimogs. Desde el comienzo, el factor fue la desmesura. La desmesura y el apremio. Nada, dijo alguien. Apostaron a la confusión: ordenaron al personal que se formara en filas, aunque fueran civiles. El aire se cargó de órdenes”. Lo que vino después forma parte de las peores páginas de nuestra historia, no hace falta ahondar en detalles: los secuestros, las torturas, los partos clandestinos, las violaciones y la desaparición de personas formaron parte del paisaje cotidiano.

 

Nota para CdT: Keno.

Foto: Cortesía Jorge Consiglio.

Edición y corrección: Sinforiano Digital.