Historia, romance, y literatura a través de Gloria Casañas
Gloria Casañas nació en Buenos Aires, y aunque ha visitado muchos lugares continúa viviendo en esa ciudad. Se recibió de abogada en la Facultad de Derecho de la UBA, y es docente en la cátedra de Historia del Derecho Argentino. En la 4ª Feria del Libro de Villa Mercedes, Gloria presentó su nuevo título: «La salvaje de Boston».
Casañas comenzó a escribir siendo muy joven. Al principio, se dedicó a los cuentos y a la poesía, y pasó cierto tiempo hasta que decidiera escribir una novela. Sus primeros escritos quedaron en secreto durante años, aunque solía participar en foros de lectura. A partir de esas intervenciones, se atrevió a presentar el que fue su primer título: «En alas de la seducción».
Sus libros suelen relatar historias de mujeres que luchan por su independencia en épocas o ambientes que no las favorecen, e incluso con circunstancias personales difíciles. Dentro de su «Serie histórica» se encuentran los libros «La maestra de la laguna», «Y porá», «El ángel roto», «La canción del mar» y «Por el sendero de las lágrimas».
Después de la presentación de su nuevo libro, la autora conversó con Caminos de Tinta sobre sus publicaciones, su estadía en San Luis y sus visiones acerca de la literatura.
—Es su primera vez en la Feria del Libro de Villa Mercedes, ¿cómo se ha sentido?
—Muy bien. La verdad es que la bienvenida ha sido sumamente calurosa y afectiva. Pude darme el lujo de conversar con lectores, incluso algunos que escriben en mi página de Facebook; pude conocerlos y me encantó conversar con ellos. Y me encantó Villa Mercedes, una ciudad que no había conocido antes. Sí conocía otras partes de San Luis, pero no Villa Mercedes.
—Ha presentado en la Feria su nuevo libro «La salvaje de Boston», parte de su «Serie histórica»; ¿con qué van a encontrarse los lectores en esta nueva publicación?
—Con una protagonista que se llama Livia Cañumil, ella estuvo presente en libros anteriores de la «Serie histórica», fue creciendo a través de los libros, y es maestra normal (al igual que Elizabeth O’Connor, de «La maestra de la laguna», quien fue su referente). Habiendo sido discípula de Elizabeth, en este libro Livia retorna al lugar de donde vinieron aquellas maestras de la primera entrega de la serie: vuelve a Boston. Va para perfeccionarse, en primera instancia, pero también se encuentra con un montón de ideas de avanzada, conflictos que ella no conocía, y con una situación un poco tenebrosa que acaba siendo una gran sorpresa para ella.
—Desde una pretendida intelectualidad se suele criticar mucho la literatura serializada actual, ¿qué cree usted que encuentran sus lectores en las páginas de sus libros?
—A mí me parece que la novela romántica histórica lo tiene todo. Tiene acción, aventuras, romance, costumbrismo, tiene relatos de episodios reales de nuestra historia, tiene personajes psicológicamente profundos, paisajes. No le falta nada. Me parece que el lector agradece que se le muestren tantas cosas a partir de una trama de ficción, porque es aprender casi sin darse cuenta. Yo, en particular, tengo la referencia de mis lectores; que me agradecen haber conocido episodios históricos por los libros. Y realmente, uno aprende mucho con la literatura. Sarmiento mismo lo decía: «Las novelas enseñan». La literatura es una herramienta perfecta para introducirse en ciertas cuestiones cuando, a lo mejor, uno no tiene ganas de dedicarse a ellas en forma exhaustiva o académica.
—Como mujer, ¿cree usted que las mujeres viven y sienten la literatura de forma diferente a los hombres?
—Se suele catalogar a cierta literatura como «de mujeres». Eso existe. Creo que es por una necesidad del mercado, son categorías para ubicar a los libros, a la narrativa. Es simplemente para que el comprador sepa con qué se va a encontrar. No pienso que exista una literatura femenina, pero sí es cierto que la mujer vive con intensidad la trama de ficción, se compenetra mucho incluso desde el aspecto personal, desde la psicología, desde las emociones. La mujer tiene más facilidad para conectarse con las emociones. Y cuando la novela profundiza en eso, la mujer lo absorbe mucho.
—»La salvaje de Boston» es el corolario de la «Serie histórica», ¿piensa continuar con los libros históricos, o empezar con narraciones más actuales?
—Por ahora, la romántica histórica me sigue atrapando y me voy a seguir dedicando. Tengo un proyecto en ciernes, pero no quiero anticipar nada para no eliminar el factor sorpresa. Puede que algún día aborde un romance contemporáneo, de hecho, mi primera novela «En alas de la seducción» no es histórica, sino que el conflicto está relacionado con la identidad de las comunidades indígenas. Si hago algo que transcurra en la actualidad, siempre va a tener un plus de ese tipo, porque son los temas que me interesan.
Nota escrita para Caminos de Tinta: Kafka Tamura.
Foto: Twitter Gloria V. Casañas / Vanidades.