El nostálgico adiós al escritor «daractense», Santiago Enrique Menoyo
Con 88 años recién cumplidos, murió en Córdoba. El puntano por adopción nació en Villa Dolores un 20 de febrero de 1928, y se radicó en Justo Daract.
El adiós a un poeta es siempre nostálgico, apenas llegada de la estación más amarilla del año y con 88 años recién cumplidos, murió en Córdoba el escritor Santiago Enrique Menoyo.
El puntano por adopción nació en Villa Dolores un 20 de febrero de 1928, en esa ciudad cursó la primaria y secundaria y fue donde publicó sus primeros escritos en revistas y diarios.
Menoyo se recibió de odontólogo y al tiempo se radicó con su familia en Justo Daract, ciudad que lo acogió y donde ejerció su profesión y su pasión por la escritura.
La ciudad del sur de la provincia fue la musa del escritor: “A Enrique Menoyo lo catalogamos como uno de los poetas más importantes de Justo Daract, aunque no nació en esta ciudad, fue aquí que se inspiró y realizó la mayor parte de su obra poética”, comentó el doctor Fernando Caiazzo, presidente de la comisión directiva de la biblioteca “Sarmiento”.
Esa biblioteca, que este año cumplió 102 años lo vio asiduamente entre sus paredes, ya que además era un afamado socio y lector.
El poeta pasaba sus días en tranquilidad y con su familia y atendiendo pacientes. Actualmente, una de sus nietas, Ana Menoyo, es colaboradora activa de la biblioteca de Justo Daract.
Sus escritos revolotearon en diarios como “La Prensa”, de Buenos Aires, con en una selecta sección literaria dominical; y fue cofundador de la revista “Laurel” junto a Alberto Díaz Bagú.
Otras de sus publicaciones fueron: “Retorno”, por el que recibió en 1956 el Premio Provincial de Literatura de Córdoba; al año siguiente, se lo distingue con el premio Cuaderno Literario Presencia, por su obra inédita “Cuaderno de canciones”; “Los días”, premiado por el Consejo de Escritores de Buenos Aires; “Realidad cautiva”; “Afán de la vida”, de 1969, con el prólogo de su amigo Antonio Esteban Agüero; Destino y definiciones de 1987.
Luego de dieciséis años de “silencio” el escritor publicó en 2003 su libro “Continuidad”. Ya en 2007 presentó la “Antología poética”, a través del Gobierno de la Provincia de San Luis, con el prólogo del escritor Jorge Hadandoniou.
El escritor fue muy reconocido por los daractenses en su faz de escritor y poeta, tanto es así que una calle y una biblioteca de esa ciudad llevan su nombre, “él amaba la vida y la retrataba como la veía”, afirmó el daractense.
El doctor Caiazzo recordó, con motivo de los 40 años del golpe militar, que el escritor sufrió la persecución de la dictadura de dos de sus hijos, que debieron exiliarse, experiencia que Menoyo volcó en un poema titulado “El tema de dos jóvenes”.
“Enrique contó que lo llevaron encapuchado a una plaza de Tucumán para que viera a sus hijos, una vez allí le quitaron la capucha y pudo ver a uno de ellos. Impaciente y un tanto ilusionado, se levantó para abrazarlo, pero un gesto del joven lo hizo retroceder”, recordó el doctor.
Padre, poeta, profesional, abuelo, no hay dudas de que Enrique Menoyo será recordado, sobre todo por sus vecinos y amigos de Justo Daract y vivirá para siempre en cada uno de sus escritos.
Fuente: El Diario de la República.