«A Santina»
Las plumas noveles no conocen de distinción entre género ni edad. La literatura se esconde entre los trazos de quien tiene algo para decir. Omar Ontiveros nos deja este poema para una mujer que al igual que la literatura, ni se nos olvida, ni nos deja: se nos hace trazo, recuerdo y sentimiento.
Y mi error causó una gran herida tan inimaginable
que dejaste lo que más amabas en tu mundo.
Muchas noches sentí tus sollozos,
sabía que tus lágrimas humedecían tu almohada, esa que tantos sueños cobija.
Más de una vez esperaste ese pequeño milagro
que esconde el egoísmo y la poca cordura.
Siempre puede más el orgullo, ese que tanto envenena el alma.
No olvido cuando apretaba el frío, parecía una realidad sórdida y ajena.
Nos afectaba el alma y nos cambiaba la naturaleza.
Los momentos cómicos del descuido nos sorprendieron
y la terrible cafetera nos coartaba el tiempo.
Y sólo el tiempo es el mejor maestro,
no le hagas preguntas, él te dará las mejores respuestas.
Escrito por Omar Ontiveros.