Una pléyade de plumas locales
En la presente nota se analiza la obra “Pequeña historia de las letras puntanas” que fuera publicada a mediados de los ochenta. Este ensayo breve pero exhaustivo de María Delia Gatica de Montiveros propone un ágil recorrido por el desarrollo literario sanluiseño.
Muchos fueron los cambios que atravesó San Luis desde que proclamara su autonomía administrativa, allá por 1820, hasta la vuelta a la democracia, en 1983. Y una gran parte de ellos aparecieron reflejados en la actividad literaria de la época, que como ninguna otra disciplina supo acompañar el nacimiento de una identidad provincial, hasta alcanzar su madurez actual.
Acaso fue esta intuida relación entre Historia y Literatura lo que animó a María Delia Gatica de Montiveros (1907-2003) a escribir su “Pequeña historia de las letras puntanas”, breve pero detallado compendio de los principales escritores de San Luis, sus obras, y los movimientos y procesos culturales que ocurrieron durante ese intenso período.
El trabajo fue presentado durante las Primeras Jornadas de Literatura Sanluiseña, celebradas en 1981, y publicado dos años más tarde. En 1986 aparece un volumen aumentado, que ya recoge los nombres de Juan C. Lafinur y Juan Llerena, bajo el título de “Precursores”, así como el de otras plumas prominentes del suelo puntano.
Esta obra está estructurada en torno a ejes temáticos: Hombres de Leyes y de Letras, Escritores de Fin de Siglo, Generación Literaria del Cuarenta, Poesía Nativista, etcétera, y despliega coloridos retratos psicológicos y estéticos de una gran diversidad de autores locales.
Un capítulo aparte dedica a las mujeres. En “Las primeras escritoras puntanas”, Montiveros destaca el invaluable aporte de las plumas femeninas que se abrieron paso durante las primeras décadas del siglo XX. Carmen Guiñazú de Berrondo, Luisa Amanda Quiroga de Lucero, Rosario Mercedes Simón, María Mitchell de Ramírez, y Rosenda Quiroga, pioneras en el ejercicio de las letras en un ámbito que por entonces era patrimonio casi exclusivo de los hombres.
Matizada de breves episodios anecdóticos, esta obra resulta al mismo tiempo didáctica y amena, pero Montiveros no se conforma con la mera exposición de apuntes biográficos. En ocasiones se atreve a criticar lo que considera omisiones injustas dentro del canon vernáculo. Así dedica un capítulo entero a Manuel Orozco, escritor que en su momento fue tildado de loco y que murió en la absoluta pobreza, sin el debido reconocimiento que merecía.
Concebido como manual de enseñanza (la narradora oriunda de Luján trasladaba siempre que podía su pasión docente al ámbito del ensayo), este librito también da cuenta del surgimiento de los ateneos culturales, los órganos y revistas literarias, y demás manifestaciones que conforman el mundillo de las letras sanluiseñas.
Además de docente, escritora e investigadora, María Delia Gatica de Montiveros fue directora del Centro de Investigaciones Folklóricas Profesor Dalmiro S. Adaro y fundadora, en 1965, de la revista Virorco, notable y longeva publicación cultural de la provincia. Otras obras de su autoría son «Cuentos de don Benito», de 1952; las hermosas memorias de «A la sombra del naranjal», de 1976, y el «Diccionario de regionalismos de la provincia de San Luis», de 1995.
Escrito por Míster Blagaich para Caminos de Tinta.
Foto: Biblioteca Digital San Luis.