El segundo poemario de Liliana Mainardi, aromado por las sierras de los Comechingones, es un canto a la tierra. El silencio y la brevedad también interpelan a lo largo de las setenta páginas. “Estoy terminando[…]
El segundo poemario de Liliana Mainardi, aromado por las sierras de los Comechingones, es un canto a la tierra. El silencio y la brevedad también interpelan a lo largo de las setenta páginas. “Estoy terminando[…]