El semanario «La Opinión», cuya tirada sale cada nuevo sábado en todos los kioscos de revistas de la ciudad de San Luis, publicó el pasado sábado 7 una entrevista a Jorge Berrittella, autor de «Equilibrista universal». Compartimos el texto completo.
Me llamo Jorge Berrittella, nací en Buenos Aires en el año 1983, en el partido de Vicente Ló- pez, mi seudónimo como escritor es JB Paradox. Paradox es la palabra en inglés para paradoja, una palabra que me gusta mucho en el español y en el inglés y la apliqué también en el libro que escribí. Mi papá se llama Carlos, falleció en 2001 y mi mamá Silvia. Tengo 9 hermanos: Carlos Alberto, Mónica, Gabriela, Gerardo, José, Micaela, Marina, Fiama y Guillermo. Ser tantos era un poco caótico, congeniar, al ser cinco y cinco se daban situaciones en las que unos defendían a otros, somos todos muy diferentes, pero nos llevamos bien.
Nos mudamos a San Luis cuando tenía 10 años, soy más puntano que porteño. Vinimos a vivir acá porque mi padre perdió el trabajo por las crisis y acá a los dos días consiguió en una empresa, en el sector industrial donde ahora también trabajo yo. Vinimos a vivir a Juana Koslay, un lugar hermoso, venir fue como despertarse en un sueño, un cambio muy positivo en mi vida, luego de estar rodeado de tanto cemento. Pasamos épocas muy difíciles y acá cambio todo, de eso estoy muy agradecido.
Mi niñez en Buenos Aires era una, al venir acá me costó adaptarme y me retraje un poco. En general soy retraído, no me gusta salir. Disfruto de la soledad. Antes era tímido, tanto que una vez me sacaron una muela sin anestesia porque no me animé a decirle al dentista. Terminé la primaria en la escuela Juan Martín de Pueyrredón y la secundaria en el Colegio Moyano.
De chico me gustaba escribir canciones o poemas pero dejé de hacerlo. No fue hasta un día cuando tenía 27 años que desperté a las 3 de la mañana, había soñado lo que sería la trama de la novela que recientemente pude presentar en la feria del libro de Villa Mercedes. Ese día me dije: debo escribir todo esto porque creo que va a ser un best seller. Si no hubiese sido ese sueño, ese impulso, creo que nunca hubiese escrito nada. Todo es un gran esfuerzo de tiempo e inversión, publicar por tu cuenta. La novela se llama “Equilibrista Universal”, es de ciencia ficción y aventura. Fue editada por “Caminos de Tinta” a través de Mariano Pennisi a quien le agradezco especialmente porque sin él no hubiese sido posible y también publicada con “Autores de Argentina” en formato digital. Es complicada la trama, es ciencia ficción futurista. A finales del año 3000, la humanidad destruye el planeta por el calentamiento global, entonces se subieron a una nave los que quedaban, dijeron a las mentes más grandes que quedaban vivas de la humanidad vamos a subir, vamos a ir a otro planeta, donde podremos subsistir, pero tienen que aceptar ciertas pautas, no hay religión, no hay políticas, no hay ideologías, acá somos todos iguales, vamos a seguir, a hacer todo lo opuesto que hace hoy en día la humanidad, para no cometer los mismos errores y si no aceptan eso, no se suben. Subieron unas cuantas personas, llegaron hasta el planeta que se llamaba Kepler y a pesar de que era todo distinto, la habitabilidad era similar pero el entorno onírico es completamente distinto, donde una pesadilla puede llegar a ser mortal. Los primeros humanos en keplerizar, si se adaptaban, bajaban los demás, sino no bajaban, así de simple… bueno hay que leerla… No hay esperanza sin sacrificio es otra de las ideas que quiere impartir el libro.
Ésa es básicamente la idea.
He leído mucha ciencia ficción, creo también que la filosofía viene con cada persona, la pregunta de a dónde vamos, de dónde venimos, se la hicieron todos, por lo menos una vez en su vida. Hay muchas cosas que me influyeron a pensar en cierto sentido, uno de los autores de San Luis que me acercó estas inquietudes fue Jorge Sallenave con su libro La Quinta.
Actualmente estoy soltero, nunca me casé, no he tenido hijos, no están en mi horizonte, estuvieron alguna vez pero ahora no, ni en ciencia ficción (ríe). Soy traductor técnico en una fábrica, hago informes en español, los traduzco al inglés y se los envío a los proveedores, que son chinos. He investigado sobre los sueños conscientes y es un recurso que incorporé a las historias del libro.
No tengo rituales para escribir, de hecho tuve lo que en inglés llaman los “writer´s block”, que es cuando el escritor no tiene ni idea qué va a seguir escribiendo. Ahora ya estoy trabajando en lo que sería la precuela y secuela de esta novela.
Disfruto mucho de jugar videojuegos. Soy el creador, administrador del club de fan de acá de San Luis de Linkin Park, la banda estadounidense. Me junto con los chicos, a comer algo, a hablar de la banda, por ahí vamos al campo, esos son los hobbies que yo tengo.
Mis viejos nos enseñaban con el ejemplo, los dos muy laburantes. Valoraban que estudiáramos, el respeto por la familia y ser unidos.
No me gustó poner mi nombre en el libro, la fama no es algo que me interesa, me gustaría mucho ser guía turístico, creo que las cosas se van a dar a medida que pase el tiempo.
Fuente: Semanario La Opinión.
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