Gabriela y la literatura como un reflejo personal
A Gabriela Alejandra Giménez le gustan las matemáticas, y de hecho, decidió estudiar por esa razón Ingeniería química, una carrera de las denominadas «duras». Sin embargo, las ganas de exteriorizar lo que se siente nos atraviesa a todos y, por eso, Gabriela decidió seguir primero el camino de la pintura, y después, de la literatura. Esta pluma novel de Villa Mercedes, que también conduce un programa de radio todas las noches, compartió con Caminos de Tinta sus pensamientos sobre la vida y su propia historia con lo literario, además de darnos una pequeña muestra de sus creaciones.
-¿Cómo fue que empezaste a escribir o a interesarte por lo literario?
Empecé porque mi mamá me habló de un taller literario, que se daba en la biblioteca de la Casa de la Cultura y era gratuito, vine a aprender y ahí empezó mi camino. El taller lo daba Luis Garro, que ahora está a cargo del Programa de Bibliotecas de la Municipalidad. Ahí empezó el camino de trasladar el interior de uno al papel, para que haga réplica en el interior del otro.
-¿Ese fue tu primer acercamiento o hubo anteriores?
Siempre me gustó mucho leer, desde chica. Era algo que venía haciendo desde la escuela, me decían que hacía buenas redacciones, buenas historias. Pero yo tenía otro camino fijado que eran las artes plásticas, porque me encanta la pintura y el dibujo, y además estaba estudiando una carrera que nada que ver: Ingeniería química. Estaba muy lejos de la literatura, pero de todos modos el gusto por escribir me llegó.
-¿Qué autores leés habitualmente?
Me gustan Julio Cortazar y Mario Benedetti. Me parecen fantásticos. En especial, dos relatos que me encantan son «Final del juego» y «El otro cielo». Mario Benedetti también tiene un poema que me gusta mucho que se llama «Irse», y siempre me llega al corazón una frase de él: «…volver es una forma de encontrarse, y allí verás que también te espero».
-¿Tenés otros, además de ellos, que sean tus escritores «de cabecera»?
Bueno… Hace relativamente poco pude conocer las novelas de la escritora brasileña Clarice Lispector. Fue en la Feria del Libro del año pasado. Uno de sus libros me llamó mucho la atención: «Un soplo de vida», donde ella habla de sus momentos finales. Es muy interesante, lo recomiendo siempre.
-¿Qué te gusta contar en tus poemas?
Sobre la realidad de la vida. Me gusta lo sencillo. Uso metáforas, por supuesto, pero privilegio lo real y el expresar lo que se vive. Siempre digo que me gusta la gente que vive la calle, que pisa la tierra, no la gente que vive de fantasías y de cosas que no tienen un sentido en la vida real.
-¿Ponés mucho de tu vida personal en tus poemas entonces?
Mucho. Uno siempre traslada, es inevitable.
-Hasta ahora no has publicado tus obras…
No, no he publicado nada, pero pienso hacerlo en algún momento. Siento que, quizás, no estoy lo suficientemente madura aún para hacerlo. No es el momento, todo tiene su tiempo.
-Aún sin publicaciones, ¿te considerás una poeta o una escritora?
Yo me considero simplemente una persona que camina esta vida, nada más. Alguna vez alguien me dijo, antes de que empezara a escribir: «Tenés alma de poeta». Fue por un mensaje de texto que le mandé, pero por ahí tenía razón. El camino me llevó a eso, a tener esa alma de poeta. Lo digo humildemente porque tampoco me la creo; construyo sobre los elogios, los aciertos y los fracasos.
-Para terminar, ¿desde donde escribe Gabriela Giménez?
Desde la verdad, desde la realidad, desde los errores, desde las equivocaciones, desde las cosas que me han pasado, desde las cosas que le han pasado a personas muy cercanas a mí, porque siempre digo que la vida no se toca de oído y que hay que vivir ciertas situaciones para comprender y sentir lo que les pasa a otros.
Compartimos uno de los poemas de Gabriela:
Háblame de caminos,
no de aquellos
que se ahogan en un punto,
donde los sueños se congelan
en oscuros laberintos.
Necesito de los otros,
en que el esquivo tiempo
puede ser amigo,
y los sentimientos
fieles testigos.
Dame solo uno,
prometo seguirlo.
Nota y fotos: Kafka Tamura, para Caminos de Tinta.
Simplemente hermoso…me llena de emoción…un viaje a través del camino de mi vida…donde mi mama esta presente…el arte…la música…las letras han sido y son parte de mi alma….y lo más importante que me ha permitido acercarme al corazón y vidas de amigas y amigos de estos caminos como este tiempo que me vuelve a estar en la radio en fm Latina 103.9 haciendo Momentos en la Noche…donde el compartir y el encontrarse es el motivo sin motivo…Gracias Enrique…Amigo!!!…plasmaste mi esencia y Gracias a Caminos de Tinta!!!…me siento pequeña ante tanta generosidad y cariño….Gabriela