Diego Furbatto presentó sus obras en la Feria Medieval de Juana Koslay

En el marco de la III edición del evento de corte medieval, el escritor del sur bonaerense, caracterizado para la ocasión, compartió con Caminos de Tinta sus comienzos en la literatura medieval y fantástica y las obras que publicó.

—¿Cómo te acercaste a la literatura?

Principalmente la lectura, leer, leer y leer, hasta que leí Tolkien y cuando leí Tolkien me cambió totalmente la forma de lectura, antes yo leía libros de aventuras en general, pero con la fantasía heroica, después de Tolkien era prácticamente lo que más leía. A fines de los 80, después un mal día de laburo (venía con muchos…) mi mujer me dijo “porque no te ponés a escribir como terapia…”, y qué sé yo, empecé… y de repente se hilvanó una historia que terminó transformándose en un libro, pero estuvo guardada en un cajón hasta hace unos pocos años… En el 2011 empecé a contarles cuentos a mi hija más chica para que a la noche no mirara televisión; después cuando fue más grande se los escribí, bien ordenaditos se los publiqué y empecé a escribirle una historia más compleja, en un momento se me fue de las manos y la historia compleja se transformó en una saga de tres libros, y hay un cuarto que está terminado y que es complementario, no cuenta esa historia, empieza un poco antes, termina un poco después y hace un spin off de determinadas situaciones que quedaron sin redondear en el libro, así que a partir de ahí empecé a escribir ya con profundidad, y más compenetrado en la escritura, sintiéndome escritor, no como una terapia.

—¿Cuántos libros has sacado hasta el momento, y qué temática tratan?

Cinco libros, en realidad el tercero de la saga no salió pero por un problema de imprenta, tendría que haber venido con el libro acá, y no llegó. Todos son fantásticos, tres son parte de una saga que son una fantasía épica ambientada en la Patagonia, el cuarto libro es «Cuentos Infantiles», los que le contaba a mi hija a la noche, y el quinto libro es éste que escribí como terapia a fines de los 80 y que el año pasado lo tuneé, lo corregí, lo pulí, le saque mucha mucha punta, le escribí un par de capítulos nuevos y lo saque a la venta…

El escritor de Temperley conoció por primera vez San Luis en el año 1995, también estuvo en La Toma y Merlo. «La provincia está maravillosa, el cambio con respecto al 95 es impresionante. Es un ejemplo de cuántas cosas se podrían hacer en otras provincias», afirmó y señaló que la gente puntana lo cautivó por su carácter cordial y predispuesto. Entre los escritores locales conoce a varios, pero principalmente ha tratado a María Inés Lafranchi. Por otra parte, elogió la tercera edición de la Feria Medieval en San Luis, la cual contó con mayor cantidad de concurrencia que sus predecesoras. «El evento propiamente estuvo muy bien organizado, el espacio, los tiempos, los stands para poder vender», remarcó. El escritor señaló que la convocatoria fue muy buena, aunque lamentó que muchos expositores o aficionados se pierdan estos eventos porque no pueden costear los viajes. «En mi caso si me tuviera que limitar exclusivamente a las ventas no podría justificar el viaje, lo que pasa es que la provincia es tan linda y como lo hacemos a modo de viaje en familia, tomamos un paseo».

—¿Tenés alguna expectativa de sacar más libros a corto o largo plazo?

Si, “La hermandad de los Guatianos”, que es este que te decía, el cuarto que es complementario, y estoy planeando una trilogía steam punk…

—¿De qué trata ese estilo?

Steam punk es un estilo… como si fuera la revolución industrial en Inglaterra a fines de 1800, donde no se descubre la energía eléctrica, entonces tenés un mundo cargado de modernidad pero de modernidad a vapor, pueden convivir armas de fuego con espadas, hay dirigibles, hay tren a vapor… motos… o sea es una onda “retro futurista”, hace poco leí un libro de un autor argentino que se llama “Budum”, y cuando lo terminé dije “¡esto me copa!”; hablando con un par de conocidos me dijeron “eso es steam punk”, yo ni sabía cómo se llamaba pero me gustó mucho el estilo, tengo hace mucho en la mente la idea de un francotirador… y un francotirador medieval no existe, entonces bueno quería poner un arma de fuego y el steam punk me dio una idea. Y hay un proyecto que justo lo hablé ayer cuando llegué acá a San Luis, después de doce horas de viaje, porque están todas las rutas cortadas, venía tratando de vislumbrarlo, tengo ganas de hacer cómic, sobre la historia medieval, pero que no cuenten lo mismo del libro sino que sean complementarios, pero es un proyecto que ayer se me ocurrió, hablé con el ilustrador y me dijo “copado, me prendo… pero ahora hay que remar todo eso…”.

—¿O sea que te considerás como un escritor multifacético?… por todo lo que me comentás, los libros que has sacado y las historias de los libros, si bien van como para un lado es como que tienen varias aristas.

Mirá… distintos ámbitos, no sé si multifacético, porque todo siempre se queda dentro del género de la fantasía, o sea no escribir realidad, no escribir costumbrismo, entonces… No sé si en ese sentido sí he variado porque quiero pasar de texto narrativo a cómic, y el cómic es guión, es una cosa totalmente distinta que de hecho estoy estudiando y aprendiendo ahora, o sea que también va a ser un ensayo en función de que también pueda guionar, no es lo mismo novelizar, o sea lo primero que nos dijo el profesor de guion es “cuando vos haces guión, lo que contás es lo que pasa afuera y no lo que pasa adentro del personaje, y cuando vos novelizás primero le contás a la gente cómo es el personaje, qué siente y qué le pasa para después ponerlo en un ambiente”… Así que tengo que ver si realmente me sale más o menos bien, la idea es ensayarlo…

Bien, repetime, ¿cuál es el último libro que sacaste y qué expectativas tenés con él?

El último libro se llama “El Arpa Milenaria”, es el tercer libro de la saga, de hecho, va a salir la semana que viene y la verdad tengo muchísimas expectativas, porque a raíz de Facebook, que es mi red social de publicación, hay gente que lo está pidiendo y lo está esperando porque es el tercer libro, mi expectativa es sacarlo, que vengan y me digan “¡Uy! ¡Yo vine por ese!” y que vengan treinta o cuarenta tipos de golpe y un día vender cuarenta libros juntos y decir “¡la rompí!, ¡soy famoso!” (risas)…

¿Es muy complicado el ambiente literario en cuanto a la venta, comparado por ejemplo con el aspecto musical?

Mirá, en algún aspecto es muy parecido, los dos la tenemos que remar, tenemos que crear nuestra obra, llevarla al corte final y después, recién, que el público la aceptó y es buena, alguien te la compra… La ventaja, que tiene, sí, la música, es que una persona se sube a un escenario, toca cuatro o cinco acordes y a un montón les gusta y a otro montón no, con el libro te lo tiene que comprar primero para ver si le gusta después… No hay manera… Yo te puedo contar la historia y te puede parecer maravillosa pero tenés que leerlo para ver si vas a comprar el segundo libro, en ese sentido hay un punto a favor de la música, pero después tienen que transpirar la camiseta igual que nosotros.

Perfecto, si se quieren comunicar con vos, ¿alguna vía de contacto en especial?

—Sí, diegofurbatto@gmail.com, o Letgrin que es el nombre del personaje letgrin@gmail.com, y si no Diego Furbatto que es la página de Facebook, es un círculo rojo con dos espadas cruzadas es la manera más fácil de identificarme.

Perfecto, muchísimas gracias…

—¡Gracias a ustedes!

 

Nota: El Metalero del Sur.

Fotos: Cortesía Diego Furbatto.

Edición y corrección: Sinforiano Digital.

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