Con sus pocas tibiezas

El móvil destino de una mujer, actriz, poeta, madre y punk que toda la vida quiso dedicarse al arte. Hasta que lo logró.

En un moderno bar de Buenos Aires la actriz puntana Laura Cuffini tomaba un café con suma tranquilidad. La misma que hace que el tiempo no se haga notar cuando habla.

Pese a que su abuela paterna tuvo relación con el mundo del arte –fue vestuarista en la antigua película “Espartaco” y “Las tablas de la ley”- y su padre fue extra en esas producciones, Laura es la primera actriz de la familia.

“Como nos mudábamos mucho por el trabajo de mi papá, mi mamá buscaba lugares donde pudiese insertarme socialmente”, recordó Cuffini. Como primera vinculación con el arte, a los 8 años comenzó a escribir poesía asociada con pintores y ganó varios concursos.

La actuación llegó a sus 13 años cuando, radicada en Frías, en Santiago del Estero, la invitaron a hacer teatro leído junto a su profesora de literatura, Roxana Pative. Al año siguiente recién llegada a Tucumán, pero con el grato recuerdo del teatro leído, Laura se inscribió en una academia de teatro.

“Descubrí que el mundo del arte era de extrema libertad. Me podía permitir tener un diálogo con mis padres respecto a la libertad, entonces seguí insistiendo”, remarcó.

Cuffini nunca dejó de escribir –actualmente espera editar alguna de sus obras- y, entonces radicada en Buenos Aires, ingresó al Conservatorio Nacional de Arte Dramático, aunque no soportó la estructura y lo dejó. En ese momento tenía 17 años, estaba independizada y había terminado el último año del secundario libre, con el precedente de haber sido abanderada. “Acababa de llegar la democracia a Argentina, la primavera fue muy maravillosa de arte y espacios culturales”, describió.

Entonces insistió con el conservatorio, solo para confirmar que no era ése un lugar para ella. Su experiencia como escritora y su amor por la actuación fue lo que la llevó a estudiar dramaturgia en el Instituto Universitario Nacional de Arte -IUNA-, donde finalmente se graduó.

Por medio del cine Cuffini transitó distintos movimientos culturales. Fue “Hair” la producción que la llevó al hipismo, un movimiento en el que duró muy poco. “Yo no soy hippie, soy ríspida, ácida y agreta”, dijo Laura con su particular sentido del humor. Todas sus descripciones iban directo al punk y fue en esa corriente donde la actriz se curtió. “Creo que hoy con mi pelo carré sigo teniendo espíritu punk y con eso me identifico. Me ha costado y pagué mis precios”.

Con sus pelos de colores y sus pantalones de tela de cortina, Laura estaba insertada en el mundo under de Buenos Aires. Lo que ella describe como su formación formal como actriz fue con Agustín Alezzo, uno de los maestros más reputados en el teatro naturalista. “Eso se lo debo a mi tía Zulema Rodríguez Saa que por mucho tiempo me pagó los estudios”, destacó.

Dentro del under Laura conoció a Omar Chabán, a quien recuerda con mucho aprecio. “Hacíamos una obra, ‘Babilonia’, en un espacio que tenía Javier Grosman, el tipo nos robó, nos cagó a trompadas y nos echó de su espacio. Omar cuando se enteró de esa arbitrariedad nos recibió en una discoteca que se llamaba ‘Die Schule’ e inauguró un lugar donde podíamos estar. El permitía cosas que lamentablemente lo desgraciaron. Lo quería, siento que le debo y que no se merece el destino que tuvo”, recordó Cuffini.

Dentro de sus actuaciones Laura interpretó dos veces en distintos contextos a Lady Macbeth. “En ese papel, una actriz puede despuntar mucho sus vicios actorales”, remarcó. Filmó en San Luis “Mis días con Gloria” junto a Isabel Sarli e hizo teatro junto a Betiana Blum, María Valenzuela y Cecilia Dopazo en “Adictas a vos”. “Me gusta el varieté, cuando escribo papeles lo hago para mujeres porque creo que hay pocos roles femeninos y menos para mujeres maduras. Te empiezan a dar papeles de vieja, te desahucian y no estás desahuciada”.

Actualmente Laura es actriz en “La isla desierta”, dirigida por José Menchaca y dirige “Quiroga y la selva iluminada”, ambas pertenecientes a Teatro Ciego Argentino. Además dirige una obra policial “La banda de los presidentes. “Estoy muy entusiasmada, no se hace mucho teatro policial” dijo.

En su pasado Cuffini guarda el premio de campeona mundial de karate con mucho orgullo y en su mundo multifacético está acompañada de su hija Violeta y su compañero José.

El Diario de la República.