El miércoles 27 de julio se presentó un nuevo libro en la Casa de la Cultura de Villa Mercedes, aunque en realidad se trató de la reedición de una obra de 1957, editada por primera vez en Buenos Aires. El libro en cuestión se llama «Viajes de Santa Francisca Javier Cabrini», y es la compilación de la numerosa correspondencia de la religiosa que visitó Villa Mercedes en los primeros años del siglo XX.

La Madre Cabrini es una figura histórica destacada en Villa Mercedes, en especial por haber sido la fundadora de dos colegios, pero su historia es mucho más profunda. Nació en Sant’Angelo Lodigiano, Italia, en 1850. A sus 30 años fundó su propia congregación, las Misioneras del Sagrado Corazón, y con ellas recorrió toda América trabajando por los necesitados. El Vaticano canonizó a Francisca Cabrini en 1946, y la proclamó patrona de los inmigrantes. Quizás porque donde más transcendencia tuvieron sus obras fue entre los inmigrantes italianos de Nueva York, en particular en el barrio conocido como «Little Italy» (famoso gracias a «El Padrino», la saga cinematográfica de Francis F. Coppola). Fue tan importante allí, que hasta el día de hoy, una calle de Manhattan lleva su nombre.
Por supuesto, la autora de las cartas ya no está entre nosotros, falleció hace casi cien años. Pero Caminos de Tinta conversó con quién ofició de presentadora para esta edición: Stella Maris Curtis, supervisora general de Educación de la provincia de San Luis, y también, misionera laica cabriniana.
-¿Por qué decidieron reeditar esta obra?
Todo empezó el año pasado con el 8º Congreso de Turismo Religioso, que se realizó en esta ciudad. Habíamos presentado algunas cuestiones de Madre Cabrini, como libros, señaladores, algunos pins, y vimos que la gente se comenzó a interesar más por su figura, nos preguntaban por bibliografía sobre ella. Y nosotros lo único que teníamos para ofrecer eran algunas biografías, pero mucha gente no quiere saber sólo sobre su vida, quiere conocer su pensamiento y su accionar. ¡Qué mejor entonces que esos pensamientos y acciones las cuente la misma protagonista!
-¿Por qué no decidirse por una biografía sobre ella?
Una biografía siempre implica que alguien cuente sobre la vida de otro, y el biógrafo no necesariamente tuvo un conocimiento directo. De hecho, los escritores que mejor relatan la vida de Madre Cabrini no la conocieron en persona, porque murió en Chicago, en 1917. Han escrito a partir de lo que conocieron de su obra o de los relatos de las religiosas que trabajaron con ella. En cambio, leer sus palabras, que sea ella quien nos hable a través del texto, es otra cosa.
-¿Buscaban que el lector tuviera una experiencia directa?
Exacto. Algo que esté escrito por la propia Cabrini. Entonces elegimos «Viajes…», aunque a este libro también se lo conoce como «Entre una y otra ola», que fue el nombre de la anterior edición. Se le dio esa denominación porque las cartas fueron escritas casi en su totalidad en las travesías en barco.
-¿Cómo se concretó este proyecto?
Le pedimos fondos a la Municipalidad de Villa Mercedes porque las Misioneras del Sagrado Corazón no tenían el dinero para hacer una reedición; realmente cuesta mucho y sobre todo cuándo se pretende hacer muchas unidades.
La hermana Flora (responsable de uno de los colegios de la congregación) escribió un nuevo prólogo para esta edición, y se le sumó un anexo fotográfico con imágenes de época de Francisca Javier Cabrini y de los lugares que visitó.

-¿Con qué vamos a encontrarnos en este libro?
Con cartas que Francisca Javier Cabrini escribió para las encargadas de su obra en Italia y otras para sus alumnas del Magisterio. En esas cartas relata sus viajes por América. Aunque en realidad, desde muy chica su sueño era ir a misionar a Oriente. A China. Pero el papa León XIII le pidió que se enfocara en América. Lo que sucedía era que Italia tenía una tradición netamente católica; y en esas épocas había una gran corriente de inmigración de italianos a este continente, que iban generalmente a Estados Unidos. Los italianos se encontraban marginados ahí, les costaba encontrar trabajo, no conocían el idioma; además de que siendo católicos eran una minoría en Estados Unidos, que tenía mucha población protestante. La Santa Sede vio eso y actuó. Ahí es donde entró Madre Cabrini en la historia, que aceptó dejar lo conocido para ir a lo absolutamente desconocido. ¡Incluso sin hablar inglés!
-En Estados Unidos fue la cuestión de la inmigración, ¿de que se ocupó Madre Cabrini en esta ciudad?
Cuando llegó a América Central y a América del Sur se dio cuenta de que las necesidades eran otras. Consideró que lo que se necesitaba era educación. También fe, porque estaba en pleno auge el liberalismo. Así que cuando llegó a nuestro país, en 1895, decidió fundar escuelas. Su gran labor en Villa Mercedes, y en Argentina, va a ser educativa, porque donde estuvo fundó escuelas y colegios. En Norteamérica la obra estuvo más centrada en la creación de hospitales y orfanatos. Lo genial de esto era que algunas obras mantenían a otras. Había orfanatos que eran sostenidos por lo que pagaba la gente aristócrata en algunos hospitales suyos. El mismo sistema se usó acá en Villa Mercedes: Madre Cabrini fundó el Colegio Sagrado Corazón, que mantenía al Colegio Madre Cabrini, donde iba gente menos pudiente. Era una mujer que tenía una gran visión.
-Lo que plantea parece algo visionario, incluso hoy en día…
Es que era, es y sigue siendo un mensaje visionario. Hoy, el tema de la inmigración en el mundo es algo que se debate. Madre Cabrini, ya a fines del siglo XIX, se dio cuenta de la falta de contención, del rechazo, de que los inmigrantes vivían en barrios marginados, casi en guetos. Es algo que también está pasando hoy, porque vemos que los inmigrantes que llegan a Europa o a Estados Unidos y van directo a reductos. Entonces el desarraigo no es sólo físico, también es cultural. Francisca Cabrini, en cambio, tuvo en cuenta la dignidad de las personas, estaba al lado de ellos y era una inmigrante más.
-¿Cómo definiría a la autora del libro que hoy presentó?
Mujer visionaria, astuta, muy fuerte incluso a pesar de sus problemas de salud. Realmente una adelantada a su época.
«Estoy aquí, en medio de las Pampas, en una pequeña ciudad que está destinada a ser una de las más grandes de Argentina». Francisca Javier Cabrini, 21 de julio de 1901, Villa Mercedes.
Escrito para Caminos de Tinta por Kafka Tamura.